BELÉM
Belém es el recuerdo vivo de las épocas de esplendor de Lisboa y el país. Desde su puerto partían las carabelas en busca de nuevas tierras.
En la actualidad, Belém es una extensión de la ciudad, con calles amplias, parques, jardines y un hermoso paseo junto al río, en cuyos muelles atracan hoy veleros deportivos.
Las principales atracciones de Belem se encuentran en torno a la Praça do Imperio, una inmensa explanada con una gran fuente central construida para la exposición del Mundo Portugés de 1940. Al norte de la plaza se encuentra el impresionante edificio del Mosteiro dos Jeronimos, todo un símbolo de la Era de los Descubrimientos y uno de los monumentos más relevantes de Portugal. A la derecha, se habilitó un ala del monasterio en 1893 para albergar el Museo Nacional de Arqueologia y a continuación, en el mismo conjunto, se estableció el Museo Maritimo. Detrás de éste, el Planetario Calouste Gulbenkian fue instalado en 1965, subvencionado por la Fundación Gulbenkian.
Al oeste de la Plaza del Imperio contrasta por su aspecto moderno el Centro Cultural Belém, un enorme edificio dedicado a la música, las artes escénicas y la fotografía, que es especialmente concurrido los fines de semana.
Dirigiéndonos hacia el este, sobre la cercana Praça Afonso de Albuquerque está el Palacio de Belem, residencia oficial del presidente portugués. Sobre la misma plaza y ocupando un ala del palacio, el Museo Nacional de Carruajes merece una visita, ya que alberga una impresionante colección de carruajes reales, una de las mejores colecciones de Europa. Luego de visitar el museo es una buena idea dar una vuelta por el Jardim Agricola Tropical, un hermoso parque-museo-jardin botánico que fuera en otros tiempos el jardín real del palacio de Belem.
Y antes de dejar la Praça do Imperio para acercarnos al río es obligatorio pasar por la antigua confitería de Belem que fabrica desde 1837 los deliciosos pasteles de Belem. Probarás muchos pasteles de nata, pero ninguno como los originales...
Cruzando las Avenidas de Brasilia y de la India, de cara al río Tajo se levanta el Monumento a los Descubrimientos (Padrão dos Descobrimentos), con su original forma de carabela, evocando esa etapa de la historia. Al lado, el Museu de Arte Popular exhibe piezas artesanales de todo Portugal en mimbre, barro, cerámica y otros materiales.
Más lejos y siempre junto al Tajo la original Torre de Belém recuerda los tiempos en que era utilizada como fortaleza defensiva.
En la actualidad, Belém es una extensión de la ciudad, con calles amplias, parques, jardines y un hermoso paseo junto al río, en cuyos muelles atracan hoy veleros deportivos.
Las principales atracciones de Belem se encuentran en torno a la Praça do Imperio, una inmensa explanada con una gran fuente central construida para la exposición del Mundo Portugés de 1940. Al norte de la plaza se encuentra el impresionante edificio del Mosteiro dos Jeronimos, todo un símbolo de la Era de los Descubrimientos y uno de los monumentos más relevantes de Portugal. A la derecha, se habilitó un ala del monasterio en 1893 para albergar el Museo Nacional de Arqueologia y a continuación, en el mismo conjunto, se estableció el Museo Maritimo. Detrás de éste, el Planetario Calouste Gulbenkian fue instalado en 1965, subvencionado por la Fundación Gulbenkian.
Al oeste de la Plaza del Imperio contrasta por su aspecto moderno el Centro Cultural Belém, un enorme edificio dedicado a la música, las artes escénicas y la fotografía, que es especialmente concurrido los fines de semana.
Dirigiéndonos hacia el este, sobre la cercana Praça Afonso de Albuquerque está el Palacio de Belem, residencia oficial del presidente portugués. Sobre la misma plaza y ocupando un ala del palacio, el Museo Nacional de Carruajes merece una visita, ya que alberga una impresionante colección de carruajes reales, una de las mejores colecciones de Europa. Luego de visitar el museo es una buena idea dar una vuelta por el Jardim Agricola Tropical, un hermoso parque-museo-jardin botánico que fuera en otros tiempos el jardín real del palacio de Belem.
Y antes de dejar la Praça do Imperio para acercarnos al río es obligatorio pasar por la antigua confitería de Belem que fabrica desde 1837 los deliciosos pasteles de Belem. Probarás muchos pasteles de nata, pero ninguno como los originales...
Cruzando las Avenidas de Brasilia y de la India, de cara al río Tajo se levanta el Monumento a los Descubrimientos (Padrão dos Descobrimentos), con su original forma de carabela, evocando esa etapa de la historia. Al lado, el Museu de Arte Popular exhibe piezas artesanales de todo Portugal en mimbre, barro, cerámica y otros materiales.
Más lejos y siempre junto al Tajo la original Torre de Belém recuerda los tiempos en que era utilizada como fortaleza defensiva.
Es un lugar lleno de vida, te transporta a la época y te adentra en ella.
Visita indiscutible si vas a Lisboa, sus monumentos y sus pasteles se lo han ganado " Las Natas de Belém".(por cierto su receta es secreta) que pena porque están de vicio.
Para esta visita elegí un combinado muy cómodo y marinero, pantalón pirata en blanco, camiseta en azul y blanca con detalles en dorado.
Monasterio de los Jeronimos
Monumento a los descubridores
Que sitio mas bonito,me ha gustado tu blog, te sigo!
ResponderEliminary si te gusta el mio te espero como seguidora :) un besito guapa!!